Caí
por segunda ocasión en este lugar, ambas ocasiones invitado por mi amigo
coiteco Edgar Trujillo Bezarez, que aparte de ser un excelente amigo es siempre
un excelente anfitrión.
Dicho
lo anterior paso a comentar la comida del lugar. Está de más mencionar que la
bebida común del lugar es la cerveza. La venden de las dos marcas: las de grupo
modelo y las de cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma.
Para
comenzar te sirven un platito con frijoles bayos y costillita de cerdo. La
calificación del platillo es de diez. Muy sabroso para abrir boca. Lo acompañan
de tortilla suave y de tortillas cortadas en forma triangular y fritas en un
aceite de ajos. Sirven también una salsa de tomate verde picosita y muy
sabrosa.
Para
acompañar nuestra plática y nuestras bebidas pedimos un platón surtido, el
costo del platón es de $250.00 y trae prácticamente de todo. Costillas de cerdo
fritas, ubre de res, tripa de cerdo, pescado empanizado, carne de res asada,
salchicha de macabil, camarones al mojo de ajo, pico de gallo con pulpa de
camarones, jitomates, cebollas y pepinos en rodajas.
El
platón estaba bien balanceado, habían cosas muy ricas y cosas que no estaban
mal pero podían mejorar. La única observación sería hacia la carne de res que
estaba un poco resistente a las mordidas y la tripa que estaba deliciosamente
frita pero que hubiera preferido llegara en trozos más pequeños para poder
masticarla mejor.
El
lugar en general es agradable, discreto. Llegan bastantes clientes pero es muy
familiar, llegaban familias con niños de todas las edades. Había un televisor
que transmitía un canal de música de banda y norteña. Un lugar sencillo pero
muy bueno, recomendable la cien por ciento.
La
ubicación es llegando al auditorio ganadero de Ocozocoautla se dobla a mano
derecha en la primer calle y se avanzan dos calles. Hay que irse fijando porque
el lugar es una casa, no tiene letrero alguno que indique que es restaurante.
Espero que un día que visiten Coita puedan visitar el Bar El Lupillo y pasarla tan bien como yo la he pasado ahí.
Salud!
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